Esa Voz Interna Que Nos Sabotea
Voy a confesarte algo.
Antes de una de mis primeras conferencias importantes, en un auditorio lleno de empresarios, sentí que me faltaba el aire. Tenía los argumentos, las historias, las herramientas… pero no podía evitar pensar: “¿Y si no estoy a la altura? ¿Y si descubren que no soy tan bueno como creen?”
Ahí estaba yo, con el micrófono en la mano y una tormenta interna. No era miedo escénico. Era algo más profundo. Era el síndrome del impostor hablando al oído.
Y por si te suena familiar: no estás solo/a.
Este fenómeno afecta a millones de personas en el mundo, y según un estudio de la psicóloga Pauline Clance, quien acuñó el término en 1978 -año en el que nací-, el 70% de los individuos lo ha experimentado al menos una vez en su vida profesional. Y aunque no distingue género, muchas mujeres líderes, empresarias y emprendedoras lo sienten con más fuerza por el peso social de “demostrar” que merecen estar donde están.
¿Qué es el Síndrome del Impostor (y por qué te paraliza al hablar en público)?
El síndrome del impostor no es timidez ni falta de preparación. Es una distorsión de la percepción del propio valor. Te hace sentir que no mereces tus logros, que en realidad no sabes tanto como los demás creen, y que tarde o temprano te descubrirán como un “fraude”.
En el contexto de la oratoria, esta voz interna puede ser devastadora. Porque el escenario no solo exige técnica: exige presencia, autenticidad y seguridad. Y cuando la voz interna grita “no eres suficiente”, entonces se bloquea tu mensaje, tu energía, y hasta tu lenguaje corporal.
Muchas de las personas que entreno en Soy Speaker Latam —líderes increíbles con mensajes transformadores— han sentido esto:
- Saben del tema, pero se sienten “verdes” para hablar.
- Llevan años de experiencia, pero creen que su historia “no es relevante”.
- Han ayudado a cientos de personas, pero sienten que necesitan otro curso más, otra validación externa.
¿Te suena?
Cuatro Señales Claras de que el Síndrome del Impostor Está Saboteando Tu Voz
1. Sabes, pero no crees estar listo/a
Tienes el conocimiento, pero no te animas a compartirlo. Sientes que algo te falta. Ese “algo” muchas veces es permiso interno.
2. Eres adicto/a a certificarte
Saltas de curso en curso, esperando que el próximo te “dé la autoridad” para hablar. ¿La verdad? Ya la tienes.
3. Minimizas tus logros
Cuando te felicitan, respondes: “Fue suerte”, “No fue para tanto”, “Cualquiera lo habría hecho”. Eso es autoanulación.
4. Crees que el éxito ajeno te invalida
Ves a otros con más seguidores, más contratos, más experiencia y piensas que tú no tienes nada nuevo que aportar. Error. Nadie tiene tu historia, tu voz, tu manera de conectar.
¿Cómo Superarlo y Liberar tu Voz al Hablar en Público?
Aquí van seis estrategias prácticas que me han funcionado a mí, y a cientos de personas a las que he acompañado en su camino como speakers:
1. Acepta que lo tienes
El primer paso es reconocerlo. Yo, Carlos Cardona, speaker con más de 20 años de experiencia, lo he sentido en distintas etapas. Aceptar no es debilidad; es el inicio de tu transformación.
2. Construye tu archivo de evidencia
Haz una lista de tus logros, testimonios, mensajes que te hayan enviado personas a las que impactaste. Léelos en voz alta. Cuando esa voz saboteadora regrese, enfréntala con datos reales, no con suposiciones.
“La confianza viene de recordar quién ya has sido.”
3. Cambia perfección por conexión
Uno de mis mantras es: mejor hecho que perfecto. La audiencia no quiere robots. Quiere historias reales, emociones reales. En la imperfección está el puente más poderoso con tu público.
4. Activa tu anclaje de identidad
Antes de subir al escenario, repítete una frase poderosa. La mía es:
“Mi voz acompaña la transformación, mi mensaje da calma y mi fuerza invita a la acción. No soy yo, es Dios usándome”
Construye la tuya. Escríbela. Llévala contigo como un escudo.
5. Expón tu voz de forma progresiva
Grábate. Haz lives. Da charlas a grupos pequeños. Poco a poco. Así se entrena el músculo de hablar con seguridad. Nadie empieza con miles. Empieza con uno. Con una cámara. Con tu reflejo.
6. Rodéate de personas que crean en ti
El entorno es más potente que la voluntad. Busca una comunidad —como la nuestra en Soy Speaker Latam— donde te recuerden tu valor, incluso cuando tú lo olvides.
El día que dejé de luchar con mi impostor (y empecé a hablar con él)
Recuerdo una charla en la que todo parecía perfecto: luces, público entregado, buena energía. Pero mi voz interna no paraba: “No te va a salir bien, van a notar tus errores, tu mensaje no es tan impactante…”
Respiré profundo. Cerré los ojos. Y le respondí a esa voz con otra: la mía.
“Estoy aquí para servir, no para demostrar.”
Ese día, mi impostor no desapareció. Pero se sentó en la silla de espectador. Y mi voz, esa que tantas veces callé, se convirtió en puente para otros.
¿Y ahora qué?
Mira este video donde desarrollo aún más este tema, con ejemplos reales, ejercicios prácticos y una conversación directa sobre cómo liberarte del miedo y abrazar tu mensaje:
🎥 Síndrome del Impostor: Cómo Silenciar la Voz que Te Sabotea
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🎧 Si deseas escucharlo en podcast acá lo tienes Síndrome del Impostor: Cómo Silenciar la Voz que Te Sabotea
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Sobre el autor – Carlos Cardona
Empresario, speaker y mentor en oratoria con más de 20 años de experiencia.
Director de Soy Speaker Latam, la academia latina de oradores. He entrenado a miles de líderes en Colombia, Estados Unidos y toda Hispanoamérica para hablar con poder, conectar con sus audiencias y transformar sus negocios a través de la palabra.
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